El otro día me di cuenta de algo. A veces las madres y los padres tenemos miedos. MIEDOS DE MADRES Y PADRES. Sí, miedo por ellos y lo que les pueda ser perjudicial.
A ver, no me di cuenta de eso claro, me di cuenta de cómo los miedos van cambiando y, cuando llegan nuevos, te ríes de los que antes te quitaban el sueño.
Cuando son pequeños tenemos miedos a daños y a que las cosas no «vayan como deben ir». Por ejemplo, a que no camine con un año de edad, a que se atragante, a que los niños no jueguen con él, a que se caiga y se haga daño, a que le quede una cicatriz, a que se impresione con algo, a que engorde o a que adelgace, a que suspenda matemáticas, a que rompa su móvil o no se cepille bien los dientes… Situaciones que nos deben ocupar como madres y padres responsables.
Y yo el otro día pensaba: «¿A que se haga un raspado en la rodilla?, ¿a que no coma suficiente verdura?, ¿a que…? ¡¡Y un jamón!! Lo que de verdad asusta (si no gestionas con naturalidad y aceptación y acompañas con amor y respeto) es todo lo que viene cuando ya no están de tu mano.
Cuando crecen, sueltas rienda porque su vida lo pide y te das cuenta de que ya no dependen de ti ni de tu máxima atención y tus cuidados, cuando salen al . Solos. Solos con su «mochila».
Y sientes «miedo» (y hasta pánico) por si prueba el alcohol, por si alguien le ofrece drogas, por si cubre alguna carencia de vínculo con relaciones inseguras, por si se enamora y abandona sus estudios, por si oculta algún «gran secreto» inconfesable, por si comparte en redes algo que no debe, por si se pelea, por si está inseguro para contarte algo o pedirte consejo… ¡Por mil quinientas cosas!. O más aún . MIEDOS DE MADRES Y PADRES
Tú tienes los miedos (no atendidos) y se irán cuando vivas desde la confianza, la conexión emocional sana, la aceptación de que su vida no es tu vida y desde el convencimiento de que, si tú le das recursos útiles para la vida, eso será lo que use cuando se relacione consigo mismo y con los demás. ¿Quién dijo miedo?
¡Nunca es tarde! Estás a tiempo de «revisar su mochila», pero no la del cole, ni la de baloncesto, ni la de la acampada, ni la del instituto… LA MOCHILA DE LA VIDA .
Yo, Contigo, Desenredo.
Virginia García.