Son muchos los aspectos de la crianza y la educación de nuestros hijos que nos preocupan, así como son muchos los medios por los que podemos recibir información y consejos acerca de qué hacer y cómo, sobre todo «desde qué edad».
En libros, blogs, cafés con amigas y alrededor de la mesa de la cocina de nuestra madre o suegra, podemos encontrar mil y una maneras de hacer un trabajo de madre o padre perfectos. Y aún con tantos consejos nunca estamos satisfechos de haber llegado a serlo. ¿Verdad? Nos equivocamos.
¿Por qué?
¿Será que no seguimos bien los consejos?, ¿que nos han aconsejado mal?, ¿que nuestros hijos son diferentes y con ellos eso ya no funciona?… ¿o que, realmente, no existen los padres perfectos?
Yo me quedo con las 4.
Sí porque… 1º: de toda la información que recibimos parte nos llega sesgada y parte la interpretamos a nuestra manera o necesidad, 2º: muchas veces recibimos información errónea (¡por no decir descabellada!.. cuántas parejas han dejado a sus bebés llorar solos durante largos ratos porque así lo recomendaba el manual…), incluso información desde personas que nunca han tratado con niños, 3º: porque cada individuo es diferente y lo que a uno le sienta bien al otro le perjudica y 4º: porque lo más cierto de este mundo es que, si amamos a nuestros hijos incondicionalmente, debemos permitirnos el lujo de ser IMPERFECTOS, sabiendo auto perdonarnos y aprendiendo, junto a ellos, de nuestros propios errores.
Si nos paramos a pensar, todos podemos recordar algún momento en el que hayamos oído esto de: «Le voy a quitar el pañal» -!mujer! ¿ahora? «sí, sí, que ya cumplió 2 años y ya está bien, oye, que ahora el verano es muy buena época porque seca más rápido la ropa» ..Sí, o algo parecido a «Le había dicho –Tres cucharadas y ya, venga-… pues se come la tercera y, mientras que la distraía un poco, le di otra y va ella y me lo vomita todo!! Ayy! me dan ganas de darle lo que echó!! es que tiene un carácter!!», aquí, incluso, cabría algo como «en eso sale a su padre..» 😉 Y también pudimos escuchar historias de cómo algunos padres luchan, literalmente, para que sus hijos se duerman. Así. Como se lee. Luchar para que se duerman.
Desde la Disciplina Positiva las directrices parten SIEMPRE del respeto por el niño, por los padres y por la situación. Y de esta manera encontramos que en algunos aspectos de la vida negociaremos acuerdos con ellos, marcaremos límites con sentido, habrá pautas de relaciones y comportamientos… pero en estos 3 ámbitos de su desarrollo fisiológico (alimentación, sueño y control de esfínteres) debemos entender que son los 3 únicos aspectos en los que ellos tienen la última palabra. Depende de ellos y su cuerpo lo que suceda.
Por eso no funciona insistir sobre algo como que haga pis, dejándole sentado en el orinal hasta que lo haga (por muy bonito que se lo hayamos comprado). Sabemos que, seguramente, después de un rato lo levantaremos y en menos de 5 minutos… zas!! chándal mojado. NORMAL. Creo que a mi también me pasaría, lo haré (o mi cuerpo lo dejará salir, porque aún no lo sé controlar) cuando me relaje porque dejan de mirarme, sermonear, decirme que si no no soy mayor, etc.
Ni funciona el insistir en que coman «una cucharada más» .. como si esa fuera la que los salvara de la desnutrición, ni el incluir alimentos que no le agradan… «porque hay que comer de todo» o el apretar para que se duerman porque «es la hora».
Igual en los coles, cuando el profe les dice lo que tienen que traer «para el recreo» y además no dejan que salgan a disfrutar ese recreo hasta que se lo hayan terminado (aunque no tengan tanta hambre..)
En estos aspectos ellos saben autorregularse, las rutinas les ayudarán a hacerlo
pero no las imposiciones rígidas.
Si tienen una manzana para el recreo y sienten hambre pues claro que se van a comer la manzana, pero si es muy grande (porque no tenían otra) a lo mejor con 5 ó 6 mordiscos es suficiente (sobre todo si saben que en el patio hoy se juega a lo que más les gusta). Si tienen comida disponible no van a decidir pasar hambre. Saben autorregularse. Si les forzamos e impedimos esa autorregulación …¿por qué insistimos en que aprendan a hacerlo en otros aspectos de la vida?
Vamos a relajarnos… Nunca vimos una perra obligando a comer un poco más a sus cachorros, ni a una leona insistiendo a sus hijos que duerman… (para el control de esfínteres no nombraré a ninguna especie, se lo dejo a vuestra imaginación porque resulta realmente divertido).
Les acompañamos y les PERMITIMOS AUTORREGULARSE. ¿Vale? 😉
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feliz noche!!
Compartes??
Se pueden regular solos en los aspectos físiológicos ¿por qué seguimos peleando?