«A ver… que tiene 17 años y todavía me pregunta que si la camisa que se puso «pega» con ese pantalón. Este chaval…»
¿Este chaval?
Este chaval es lo que, en gran parte, tú estás permitiendo que sea (pa lo bueno y pa lo malo). Eres madre y te regocijas diciendo que aún te necesita para cosas que te parecen banales, menospreciando su capacidad y ensalzando tu poder. Mal camino para los dos. Tus miedos no merecen su incapacitación.

A mí, que pienso que HOY Y SIEMPRE las mujeres-madres nos tenemos que apoyar, me vas a permitir que te comente algo:
1️⃣ Mientras le sigas diciendo las pintas que lleva cuando no combina la ropa como tú consideras que debe ir… seguirá dudando de su propio criterio.
2️⃣ Mientras le sigas dando la respuesta a sus preguntas banales te seguirá necesitando cada vez.
3️⃣ Mientras no le empoderes y capacites no hará este tipo de cosas por si mismo (ni otras infinitamente más importantes).
4️⃣ Mientras que no confíes en él… él no confiará en si mismo.
5️⃣ Mientras te sigas jactando de ser imprescindible para él le sigues echando tierra encima.
6️⃣ Mientras sigáis con estas normas de juego estarás alimentando la posibilidad de que, en un futuro cercano, busque emparejarse con alguien que, como tú, lleve el báculo de las decisiones (¿Te suenan temas como «calzonazos», abuso emocional, maltrato psicológico, infravaloración, mayor pérdida de auto-estima…?)
Y con mucho respeto te comparto ideas:
✅Relájate. Es el primer paso. Respira y siente la calma mientras que él está vistiéndose para salir (y siempre)
✅ Selecciona tus batallas: ¿realmente en lo que quieres ser significante para tu hijo es en elegir combinaciones de ropa? ¿no prefieres invertir energía y tiempo de estar juntos en prepararle para la vida? ¿quizá debas invertir un poco de esa energía en ser tú capaz y valiente de gestionar ese miedo que sientes a que no te necesite?… DECIDE como adulta qué frentes vas a ATENDER. Yo, personalmente, preferiría que el día de mañana viniese a visitarme para contarme cómo le va la vida y preguntarme por la mía, antes que para preguntarme qué se compra para ir a la boda de un amigo. En términos de educación lo material queda en un absoluto 2º plano.
✅ Revisa tu metro cuadrado: mira a ver qué concepto tienes sobre la importancia de las apariencias (ahí nace todo este tema), si te das permiso para «descuidarte» alguna vez, si eres crítica contigo, con él y con cada vecina que pasa. Revisa también cómo te sentirías si un día fueses «mal vestida», y si los demás te criticasen… quizá sería terrible. ¿Cómo está tu auto.estima? No vale decir «Perfectamente» porque estamos viendo con tu actitud que dependes de la opinión externa para funcionar y sentirte válida. Revisa-TE para ser responsable de lo que haces a tu hijo.
✅ Confía en qué tu hijo sea quien es y, desde la ACEPTACIÓN, demuestra que le sigues amando IN-condicionalmente. Puede elegir su ropa, puedes no juzgarlo, puedes opinar si te pregunta, puedes decir «Confío en tu criterio para decidir esto» , «Si tú estás de acuerdo yo también».
✅Acompáñale en los errores. Si un día decide él combinar su ropa, algún amigo o compañero le dice lo ridículo que está y siente vergüenza… que pueda venir en confianza a contártelo ¡Y no le digas cómo debería haber ido! practica el callar y respetar, sin sermones, sin «te lo dije», volviendo a confiar y preguntar: «¿Cómo crees tú que lo podrías combinar la próxima vez? o ¿Realmente es imprescindible para ti su opinión sobre tu forma de vestir?…» involucrándole, sin rescatar, validando sus opiniones y sus cambios de opiniones. De los errores se aprende si se aprende de ellos 😉
✅Mírale más a los ojos. Ahí es donde se encuentra tu hijo, en su mirada. Siempre en los talleres os cuento cómo los ojos son las únicas células vivas que vemos del otro, el resto son células muertas de piel, cabello y uñas… entonces os animo a dejar de atender el cadáver y centrarse en atender al hijo que está vivo ahí adentro, para conectar con él emocionalmente, y no hay mejor manera de conectar que con la mirada honesta, amparante y amorosa.
✅Disfruta de él y su compañía ahora mientras os preparáis para el mañana y disfrutarás mañana de haber confiado y verle preparado.
✅Tranquila, no estarás sola cuando se vaya. Te agradecerá tanto que hayas mostrado confianza en él y le hayas capacitado que volverá siempre a hacértelo saber. Te mirará honestamente, te amparará y amará de forma libre, sin sentir dependencia.
Querida mujer-madre… Fíjate que GUAPO, física, mental y emocionalmente, está tu hijo hoy.
Dale su poder, lo merece, el poder sobre su propia vida, y déjale ver lo válido y capaz que es se ponga lo que se ponga. Deja que sea válido su criterio por muy diferente al tuyo que sea, disfruta del hijo que te acompaña porque, por mucho que le quieras cambiar por fuera, seguirá siendo el mismo (aunque mermado en capacidades por tu acción negligente).
Que tus miedos no traigan su incapacidad.
¿Tus miedos merecen su incapacitación?
Virginia García.

Recursos para educar desde el respeto mutuo en http://www.ContigoDesenredo.es/tienda